martes, 13 de diciembre de 2022

II Jornada de Buceo Adaptado - Montevideo - URUGUAY

Foto final de la  "II Jornada de Buceo Adaptado"

En las instalaciones de la Plaza de Deportes Nº 11 del Cerro, se llevó a cabo el pasado 10 de diciembre la "II Jornada de Buceo Adaptado", un taller honorario que celebramos cada año en ocasión de la Semana de la Discapacidad que se celebra a nivel mundial. Desde que asumimos la Presidencia de la Federación Uruguaya de Actividades Subacuáticas - FUAS- tomamos el firme compromiso de contribuir a visibilizar a las actividades comprendidas por nuestra Federación con el distintivo de la inclusión en todas las que podamos y el Buceo Adaptado, es -principalmente- la más desarrollada y en la que he dedicado muchos años de mi vida en la instrucción para hacer conocer el maravilloso mundo submarino a todos sin limitaciones de ningún tipo.
 
Jeannette Ferraro Lauría
Lic. Educación Física
Instructora PADI OWSI HSA CMAS
Presidente FUAS

Una actividad que concretamos por segundo año consecutivo y a la que nuevamente invitamos como colaboradores al Grupo Uruguay Bucea de la Armada Nacional, y a los instructores amigos Leonardo Levinas y Flavio Romero, que me suplieron bajo el agua (imposibilitada por mi lesión en el tendón de Aquiles).

Otros colaboradores que estuvieron: Yonny Vargas del grupo Los Pesqueros, junto a su hijo Kevin, que fue uno de los bautizados en este taller; la Dra. Inés Cheda, buzo asistente que dio cobertura médica al taller; Carina del Grupo Manatí; Gabriel Khan por la FUAS y Darío Barazza (alumno del primer taller); todos pusieron su trabajo desinteresado para asistir a los instructores en este nuevo taller de Buceo Adaptado para alumnos portadores de discapacidades. Una experiencia maravillosa que nos renueva cada año la voluntad de hacer conocer las posibilidades de las actividades subacuáticas a todos sin limitaciones.

Al agua pato

La piscina de la Plaza Nº 11 estaba copada por un grupo de jóvenes jugadores de waterpolo que miraban con asombro la llegada de personas en sillas de ruedas, amputados, o con muletas, que tenían la idea de zambullirse como ellos. Mientras entrenaban, se los veía "relojear" aquel conjunto variopinto de personas que terminarían asombrándolos cuando -equipos de buceo mediante- hicieron suyos varios de los andariveles que antes los tenía pataleando para mantener la flotabilidad mientras lanzaban balones al arco.

Varios de los alumnos de este segundo taller de buceo inclusivo, hicieron sus primeras zambullidas con equipo autónomo y fue increíble apreciar cómo evolucionaron rápidamente para adaptarse a respirar bajo el agua. Los nervios iniciales de cada uno obtenía por respuesta la calma transmitida por el equipo asistente (cada alumno contó con un instructor y asistente que acompañó las inmersiones). Parte de un proceso virtuoso que coronó en poco tiempo con una piscina copada por buzos que la surcaron varias veces y que querían que el taller no terminara nunca.

Yonny y su donación

Fueron varias horas que nos tuvo a todos concentrados en dar nuestro mayor esfuerzo y en las que ninguno dudó en dedicar horas de un sábado familiar para regalarlo a personas que descubrieran que debajo del agua las limitaciones desaparecen y se vive una experiencia maravillosa. Instructores que pusieron su tiempo, sus equipos pero -fundamentalmente- su corazón, al servicio exclusivo de esas personas que dependían de ellos para vivir una experiencia que, imagino, será inolvidable.

Otro que colaboró muchísimo fue Yonny, del grupo de Los Pesqueros y La Currica, que vino con su señora Noelia Rodríguez y su hijo Kevin quien fue otro de los bautizados en este taller. Acompañando no solo la evolución de su hijo que por primera vez experimentaba con equipo autónomo y terminó buceando como si fuera un experto y con una autonomía que deslumbró a los asistentes. Yonny, fue de los que nos regalaría las preciosas imágenes subacuáticas que acompañan esta reseña, y -particularmente- el responsable de la donación de 1 chaleco de buceo que hoy fue parte del equipamiento que se usó en el taller.

Ni hablar de la eterna colaboradora que es la Dra. Inés Cheda, buzo y amiga personal que también, desinteresadamente, cedió un día laboral para donarlo a esta actividad que se hace a voluntad de quienes la promovemos y con mucho corazón de por medio, sin otro rédito que la sonrisa de satisfacción final que nos regalan al salir del agua habiendo vivido y sentido una experiencia que nunca imaginaron.

Leandro, la voluntad ante todo

Leandro
Venía de Punta de Rieles, con su silla de ruedas a cuesta y en taxi... más de $1.600 (ida y vuelta hasta el Cerro), con mil dificultades, pero llegó. Tarde, sí... pero llegó. La voluntad puede más siempre.

Portador de una severa discapacidad a partir de un accidente que lo dejó parapléjico, fue de los que se deslumbró con la actividad en la primera jornada y se juró repetir la experiencia. ¿Cómo no realizar el esfuerzo de -aunque más no fuera una vez al año- poder regalarles la posibilidad de volver a sentir la libertad de movimiento y que las piernas no sean un peso muerto?

Casos como el de Leandro nos impulsan a trabajar por mejorar los espacios de inclusión y aunque parezca poco, estos talleres buscan abrir oportunidades para aquellos que menos tienen. 

Ver su felicidad y el agradecimiento que expresan al final, es el mejor premio que podemos recibir, siempre.


Kevin, un bautismo y las ganas de seguir

Kevin
Kevin venía con la ilusión dibujada en el rostro pero el nerviosismo propio de quien quiere incursionar en algo que parece divertido pero es desconocido. La presencia de su papá al lado daba la cuota de confianza necesaria que se necesitaba. Había que aprender a usar el regulador, aprender a respirar bajo el agua, la primera lección llevaría unos pocos minutos.

Papá Yonny registraba cada paso con su Go-Pro subacuática, sin dejar de sentir (seguramente) el nerviosismo que Kevin empezaba a abandonar al tiempo que aprendía a regular la respiración. 

Las primeras inmersiones fueron cortas, hasta que de pronto se calzó un chaleco con tanque y ahí comenzó la magia, porque de ahí en adelante fue todo seguir creciendo en una experiencia que ya no querría abandonar. Es lo que pasa cuando descubren lo maravilloso de bucear...

Organizar no es fácil

No hubo detalle dejado al azar, porque si algo he aprendido es a hacer actividades de este tipo con una minuciosa planificación previa. Horas de organización, llamados, controles médicos -imprescindibles para realizar la actividad- cobertura médica el día de la jornada, permisos, agenda de piscina, etc, hacen parte de un evento de más de 3 horas que lleva mucha planificación previa por la sensibilidad de los actores participantes. Combinar todos los detalles y obtener la desinteresada colaboración de los asistentes (necesariamente imprescindibles), no es fácil pero se puede lograr si hay voluntad como la hubo. Solo puedo dar las gracias a todos por su trabajo, y un sencillo diploma junto a la Agenda de la FUAS 2023, intentaron ser un gesto de cortesía y sincero agradecimiento para quienes nos regalaron horas y nos ofrecieron su trabajo honorariamente para hacer de este taller una reiterada realidad que esperamos volver a reiterar el próximo año.

 10 de diciembre de 2023

Jeannette Ferraro Lauría
Lic. Educación Física
Instructora PADI OWSI HSA CMAS
Presidente FUAS
Plaza de Deportes Nº 11 - Cerro
Montevideo - URUGUAY

Videos

La Previa


Todos juntos



Leandro Maneiro




Fernanda Avarone





Henry Pantoja



Kevin Vargas


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Fotos

























2 comentarios:

  1. Felicidades para todas y todos las y los participantes y también al equipo de apoyo y de la organización! Impresionante lo que lograron!!! A seguir por muchas más inmersiones!!! Un abrazo grande para todos!

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  2. Enhorabuena por vuestro trabajo, no hay mayor reconocimiento que la expresión de gratitud y alegría que os dan los participantes..👏👏👏

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